Parque Natural Sierra de las Nieves
Es imperdonable que la naturaleza nos hable y nosotros, seres dotados de inteligencia, no sepamos escucharla. Y triste.
Este domingo pasado con mis compañeros de Pinsapaso puse todos mis sentidos en escuchar y, especialmente, en sentir, pues el lugar donde nos llevaron lo merecía. Y todo mi respeto.
¿Conocéis la cañada de Cueva Oscura?… Pues es simplemente un sitio mágico que, por otro lado, no tiene nada de simple.
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Para llegar allí, y de forma resumida, tomamos en Ronda la carretera de S. Pedro de Alcántara, nos desviamos poco después por un carril que llevaba hasta el cortijo de los Quejigales y luego tuvimos que seguir varios caminos y veredas casi inexistentes hasta llegar a la cañada, que fuimos subiendo con una fuerte pendiente, cada uno a nuestro ritmo.
La niebla, que se cerraba y abría continuamente, nos dejó disfrutar en las paradas para tomar aire, de un bosque de pinsapos realmente sublime y casi estremecedor: el verde intenso de las ramas, la madera oscurecida por la humedad y retorcida por los años y un suelo de bosque virgen lleno de madera y hojas,
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La niebla nos obligó a tomar dirección Sureste hacia la cañada de la Ánimas, hasta alcanzar, al cabo de un par de kilómetros, el pozo de nieve a 1.730 m en el collado entre
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El paisaje cambió entonces hacia un ecosistema de media-alta montaña con vegetación piornal-sabinal con quejigos de la subespecie de la Sierra de las Nieves desperdigados más o menos entre los roquedos y nuevas replantaciones.
Pasado el puerto de los Pilones, fuimos siguiendo la vereda que baja por la cañada del Cuerno hasta llegar finalmente al cortijo de los Quejigales.
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P.S.