Sierra de la Huma y la Capilla ( Valle de Abdalajís, Málaga ) 14-03-2010

¡POR FÍN! YA ERA HORA, UN DÍA QUE AMANECE SOLEADO. Ya creíamos que al Sol le habían aplicado un ERE y le habían mandado al paro.
Así que con cielo despejado partimos sobre las 8 h dirección Antequera, a la altura de Osuna nos desviamos hacia el pueblo de Almargen, desde esta población continuamos hacia Teba y Ardales, para llegar hasta la estación de ferrocarril del Chorro junto al Desfiladero de los Gaitanes (lugar de partida de la ruta).
Aquí nos reunimos con tres compañeros que habían salido el día anterior con el objetivo de coronar la cumbre de laCapilla desde el pueblo del Valle de Abdalajís.


Ya todos juntos emprendimos la marcha sobre las 11:30 h dirección al camping de El Chorro. Después de haber superado las viviendas de esta pedanía, alcanzamos el carril que asciende zigzagueante entre un bosque de pinos salgareños, lo que nos da la oportunidad, cuando el camino vira hacia el Noroeste, de contemplar la modificación del paisaje hecha por el hombre, observando el poblado del Chorro; el ferrocarril; la antigua fábrica de harinas (hoy convertida en hospedaje de turismo rural); el pantano y a la central de bombeo de La Encantada , arriba la meseta llamada Mesa de Villaverde donde parte la tubería por la que desciende el agua para la central hidroeléctrica.
Proseguimos a buen ritmo por la pista durante unos 3,9 Km, cada vez más cerca de la pared sur del farallón Puerto de Flandes, hasta que llegamos a una pronunciada curva junto a un gran ejemplar de pino carrasco donde parte una vereda hacia el Oeste marcada con un hito. Es el momento de disfrutar de un pequeño descanso y reagruparnos, y cómo no, de gozar de las bellas vistas que nos regala la naturaleza.
Tomamos la vereda que se inicia en la citada curva que nos llevará a las inmediaciones del cortijo de “Can Pedrero”. Al cabo de unos 240m de marcha sobre esta senda se llega a unas escalinatas de piedra que desafían la gravedad, éstas son conocidas como las Escaleras Árabes (aunque pensamos que de árabe solo tiene el nombre). Algunos, que no conocíamos este periplo, pensábamos que era imposible superar la pared de piedra que se eleva ante nuestros ojos. Fue un verdadero placer ascender por estas estrechas y retorcidas graderías, entre palmitos, enebros, aulagas, coscojas y alguna higuera bravía. Nuestras cámaras fotográficas no paraban de inmortalizar estos momentos, sin duda de los mejores de la jornada.
Una vez superada la escalinata llegamos al puerto llamado el Puertecillo, de repente aparece frente a nosotros la majestuosa mole de la Huma. Debajo, pequeñito, como para comparar la grandeza de la naturaleza con la pequeñez del hombre, el Cortijo de Can Pedrero. Isabel R., nuestra Sherpa particular, pensaba que ya sólo nos quedaba una cuestesita más. -Pero no, Isabel, aún tenemos que subir casi 600 m más, además esto te viene bien para tu periplo por el Himalaya, así que no te rajes.
Caminamos junto a campos de cultivo de secano y almendros para alcanzar un carril que se dirige al cortijo de Can Pedrero, al que dejamos atrás. Seguimos la pista unos 200m dirección Este hasta el inicio de un bosquete de pino de repoblación, donde nos desviamos hacia el Norte para emprender el ataque a la cumbre de la Huma. Las primeras rampas son más o menos asequibles, pero en frente aparece un farallón que hay que superar. Todos los ojos son buenos para acertar cuál es el trazado menos complicado, entre unos y otros con la ayuda inestimable de María (la Edurne Pasaban del grupo): “paso por la izquierda, paso atrás, por esta abertura” y ¡Ea! ya está superado. - “Un alto en el camino, por favor”, reclama más de uno. Cinco minutitos para reponer liquido con bebida isotónica, y también ir al servicio, que como siempre está al fondo a la derecha.
Seguimos la ascensión por una loma entre piedras sueltas acompañados de aulagas y piornos. A un 700m nos topamos con otra pared, pero esta formada por grandes bloques de caliza como el juguete de arquitectura de madera de cuando éramos niños. Ya superada, alcanzamos una plataforma inclinada formada por calizas karstificadas algunas con fósiles de ammonites. Por fin vemos el punto geodésico a 1.198 metros de altitud que nos marca la cima de la Huma. Hemos subido a gran ritmo, son las 14:00 h. -¡Bueno montañeros!: “a sacar los bocatas y los tapers, hay que reponer fuerzas”. Hoy echamos de menos los inigualables postres de Mabel, que no es solo una gran repostera sino también y una excelente poetisa, entre otras virtudes.
El viento en la cima era variable y algo fresco, lo que nos obligó nuevamente a abrigarnos. Hay que disfrutar del paisaje y cómo no de las fotos y de la botellita de champán (bueno era cava) que el Boss o el Hombre Lobo (ya que es igualito que Paul Naschy) llevó.
-¡Senderistas a posar!. Así pues nos hicimos la clásica foto de grupo.
Bajamos por la cara Norte, zigzagueando con vistas al pico La Capilla, el siguiente objetivo de nuestro periplo. Hay que extremar el cuidado en esta bajada, ya que además de la inclinación hay demasiadas piedras sueltas. Llegamos a un bosquete de pinos que fijan el suelo haciendo más fácil este descenso. Alcanzamos una pista que nos conducirá cerca de puerto Pizarro, dejando atrás el Cortijo del Campano.
Junto a una alambrada que cruza el carril, parte un camino a la izquierda, que en unos 80 m, te llevan a unas ruinas romanas. Pero cual fue la sorpresa, le habían echado gravilla ¡Las han tapado! ¡No se ve nada de nada!
Antes del cruce de pistas (una se dirige al Chorro y la otra al Valle de Abdalajís) y cerca del Cortijo de la Arrejonada, Paz, nuestra cinéfila y bibliófila compañera, nos comunicó que quería disfrutar del campo, de su flora, de sus pájaros y por supuesto de sus silencios. Tiene toda la razón a estas rutas se viene a disfrutar no a batir un record. Así pues se queda y regresará al lugar de partida deleitándose apaciblemente de la naturaleza. Manolo (Manolo ESO para el grupo) también se unió a dicha propuesta.
El resto del grupo continuamos la marcha girando en dirección Norte para subir hasta la cuerda de la sierra de la Capilla, caminamos a buen ritmo, pues la hora se nos echaba encima y había que regresar hasta el punto de inicio. Isa, el principal sostén y alma del grupo (nuestra Princesa de las Nieves), empezó a dolerle el talón. Propusimos regresar, pero como de cabezonería no le gana nadie, pues nada de volver … a continuar con el pedregoso desnivel. Poco a poco entre aulagas, piornos y piedras sueltas continuó subiendo hasta la última pared del casi cilíndrico pico Capilla. Aquí sí que le resultó mucho menos doloroso la ascensión, pues había que utilizar más las manos que los talones. Son las 17 h y hemos coronado nuestro segundo objetivo del día, la cumbre la Capilla o el Capilla (que de las dos formas se le nombra).
Las vistas desde la cima, a pesar de no ser un día tan claro como amaneció, son espectaculares. Siguiendo las agujas del reloj: al Norte la Subbética cordobesa, la sierra de Humilladero. Hacia el Noreste la Peña de los Enamorados (el Indio) y las sierras de Almijara y Tejeda entre ambas al fondo la blancura de Sierra Nevada. Al Sureste los Montes de Málaga y sierra del Agua. Mirando al Sur vemos sierra Prieta. Al Suroeste sierra de las Nieves, y terminamos en el Oeste con el macizo de Grazalema. Todo acompañado de algunos parapentes y alas deltas que surcaban como aves rapaces los cielos.
Un pequeño refrigerio, nuevamente la foto de rigor y una pequeña
reunión donde decidimos que Isa junto con el resto de compañeras continuaran hasta el pueblo del Valle de Abdalajís, a poco más de una hora de la cumbre. Y que Ángel y Andrés volvieran hasta la estación del Chorro para recoger los coches, donde se encontrarían con Paz y Manolo.
Descenso hacia el Valle de Abdalajís:
Descendimos de la cumbre hasta el bonito y espectacular paisaje kárstico llamado “Torcal del Charcón” donde nos topamos con el PR-A 87. A pesar de la lesión de Isa, nos entretuvimos en disfrutar de este pequeño pero intenso paisaje encantado, y para seguir la tradición, retratarnos con nuestras cámaras en las más variadas posturas - ¡A qué sí! Isabel “la Sherpa”, ahora convertida en “Top-model”.
Continuamos por el carril que nos conducirá hasta el pueblo, con un pronunciado descenso y curvas cerradas, entre impresionantes roquedos calizos. La villa parece cerca, pero estos últimos metros lo sentimos como los más largos de todo el recorrido y sobre todo para Isa.
Al fin llegamos a Valle de Abdalajís, por la cuesta del Santísimo Cristo de la Sierra, donde nuevamente dimos rienda suelta a un sin fin de fotos debajo del arco con el nombre de la mencionada cuesta. Tomamos dirección hacia Antequera hasta el hostal que está a la salida de la localidad. Allí en el bar del local esperaríamos a nuestros compañeros que vendrían con los vehículos.
Los compañeros que regresaron por los autos:
Dejadas a nuestras camaradas rumbo al Valle de Abdalajís, pusimos el turbo bajando por la pendiente dirección al cortijo del Arrejonado, aún nos quedaba por delante unos 11 Km. Buscábamos una vereda y hasta que no la localizamos, tuvimos que cruzar por un espinoso e incómodo manto de aulagas.
En el cortijo del Arrejonado hicimos una pequeña pausa, la cual aprovechamos para llenar nuestras cantimploras y cómo no, para tener una sesión masculina de fotografías (también tenemos nuestro corazoncito), “esperemos que a las damas les gustes”.
Proseguimos hasta tomar la pista que se dirige hacia el Sur, la otra que va hacia el Sureste nos llevaría al pueblo. Nuevamente pusimos la quinta marcha, cortando por veredas o campo a través entre las curvas del camino. Poco a poco vamos virando hacia el Oeste perdiendo altura y en poco más de dos horas desde cima de la Capilla llegamos a la estación del Chorro, son las 19:30 h. Allí estaban nuestros colegas Paz y Manolo bebiendo, como bávaros, la cerveza que todos soñamos durante el recorrido.
Bueno ya solo nos queda dirigimos al pueblo del Valle del Abdalajís donde nos esperaban nuestras compañeras.
Ya todos juntos hay que celebrar la magnífica jornada, y que mejor que hacerlo que probando una comida de esta tierra: “porras antequeranas” acompañado de una buena cerveza.
AGP

Recorrido de la travesía: 19,3 Km.
Recorrido circular: 23,6 Km.
Desnivel: 981 m
Desnivel acumulado: 1.319 m
Dificultad alta.